Los nuevos robots de Amazon revolucionan la automatización

Una gran cantidad de máquinas avanzadas llega a las instalaciones de la empresa, gracias a las mejoras de la inteligencia artificial y a robots lo bastante capaces de trabajar con (y sin) humanos.
Robot Proteus de Amazon
El robot Proteus de Amazon toma sus propias decisiones sobre cómo esquivar una caja o a un individuo en su camino.CORTESÍA

En un gigantesco almacén de Reading, Massachusetts (EE UU), me encuentro con un par de robots que parecen unos ridículos reposapiés verdes del futuro. Sus ojos redondos y sus sonrisas de satisfacción se dibujan con diodos emisores de luz. Llevan pequeños sensores lidar que, como sombreros diminutos, escanean objetos y personas en 3D. De repente, uno de ellos toca una melodía alegre, su boca empieza a parpadear y sus ojos se transforman en corazones. Me aclaran que eso significa que el robot está contento.

Proteus, como llama Amazon a esta máquina, no es como otros robots industriales, que suelen ser tan expresivos y conscientes de su entorno como lo serían unos auténticos reposapiés. “Espera, ¿por qué un robot estaría contento?”, le pregunto a Sophie Li, ingeniera de software de la empresa, quien me responde que ser capaz de expresar felicidad puede ayudar a que Proteus trabaje con mayor eficacia cerca de la gente.

Proteus transporta contenedores de plástico, llenos de paquetes, hasta camiones que están en un muelle de carga atendido por humanos. El robot es lo bastante inteligente como para distinguir a las personas de los objetos inanimados y tomar sus propias decisiones sobre cómo esquivar una caja o a alguien en su camino. Pero a veces necesita decirle a una persona que se aparte, o que necesita ayuda porque se ha quedado atascado, y lo hace mostrando diferentes colores con la boca. Li añadió hace poco la figura de corazón en los ojos para que Proteus también indique que ha completado una tarea según lo previsto.

“Con suerte, Proteus hará feliz a la gente”, declara Li, refiriéndose a los trabajadores que se esforzarán junto al robot, trasladando paquetes de los contenedores a los camiones. “Y si no, bueno, por lo menos debería hacer lo que esperan de él”.

Me pregunto si algunas personas no considerarán un poco molesta la alegría del robot. Pero quizá no sea mala idea ponerle una cara amable a la nueva ola de automatización que está a punto de arrasar los centros de distribución de Amazon.

Amazon apuesta por el uso de robots en sus almacenes

Robot Sparrow de Amazon recogiendo un artículo de una caja

 

El robot Sparrow de Amazon puede recoger productos que antes requerían manos humanas.

 CORTESÍA

Proteus forma parte de un ejército de robots más inteligentes que se incorporan actualmente a los centros de distribución de Amazon, de por sí ya muy automatizados. Algunas de estas máquinas, como Proteus, trabajarán entre humanos. Muchas de ellas asumirán tareas que antes realizaban las personas. Un robot llamado Sparrow, presentado en noviembre de 2022, puede tomar productos individuales de los cubículos de almacenamiento y colocarlos en contenedores de plástico más grandes, un paso hacia la destreza humana, un santo grial de la robótica y un cuello de botella en la automatización de una gran cantidad de trabajo manual. Amazon también invirtió el año pasado en una empresa que fabrica robots humanoides capaces de transportar cajas.

Los últimos robots de Amazon podrían provocar una transformación en el equilibrio entre la automatización y las personas en toda la empresa y en el sector. Cuando en 2012 implementó por primera vez un gran número de robots, tras adquirir la startup Kiva Systems y sus robots de carga para estanterías, rediseñó sus centros de abastecimiento y su red de distribución, acelerando las entregas y captando aún más mercado. La compañía de ecommerce estaría ahora en la cúspide de un cambio similar, ya que los nuevos robots comienzan a remodelar los almacenes y la forma de trabajar de sus empleados. Se eliminarán algunos puestos y surgirán otros más, siempre y cuando el negocio siga creciendo, claro. Y los competidores, como siempre, se verán obligados a adaptarse o desaparecer.

El robot Sparrow de Amazon clasificando artículos en diferentes cajas.

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Un futuro prometedor para la robótica en Amazon

Proteus no es el único robot que se pone a prueba en las instalaciones de Reading, que albergan a Amazon Robotics, un laboratorio y fundidora para los robots de almacén de la compañía. Cerca de allí, un pequeño pelotón de robots móviles azules, cada uno del tamaño de una podadora, se somete a una coreografía algorítmica. Observo cómo se dirigen, uno a uno, a grandes máquinas que comprueban el rendimiento de sus ruedas y otras características. Los que se consideran aptos para el servicio avanzan por debajo de un pasaje y se colocan en cajas de empaquetado con destino a los centros de distribución de Amazon.

Esta visita me permite observar el desarrollo de los robots industriales de Amazon. Me acompaña Xavier Van Chau, de relaciones públicas de Amazon, quien llegó en un vuelo nocturno desde la sede de la empresa en Seattle, muy entusiasmado y con una dosis de cafeína impresionante. Mientras los ingenieros de Amazon Robotics me muestran máquinas que cambiarán significativamente la línea entre lo que pueden hacer los humanos y estas, mi acompañante me cuenta anécdotas sobre empleados que adoran a sus compañeros robots, o sobre las nuevas funciones relacionadas con sus puestos.

El robot Proteus de Amazon puede detectar si hay una persona en su camino y reaccionar para evitar un golpe.

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Algunos trabajadores de los centros de distribución de Amazon comparten, por supuesto, sus propias anécdotas sobre cómo la compañía les presiona en nombre de la eficiencia, aunque la multinacional asegura que el bienestar del personal es una de sus principales preocupaciones. En enero, los organismos reguladores de Estados Unidos denunciaron a la empresa por falta de seguridad en el lugar de trabajo, y se ha enfrentado a huelgas y paros en varios territorios de EE UU y el Reino Unido, como informa The New York Times. Documentos filtrados y obtenidos por el sitio de noticias Vox apuntan a que Amazon prevé que cada vez le resultará más difícil encontrar suficientes empleados para sus almacenes en Estados Unidos, debido en parte a la elevada rotación de personal. La adopción acelerada de la robótica puede ayudarle a atenuar algunos de los retos que plantea su mano de obra humana.

Pero para sustituir el trabajo humano, hay que construir estos robots. Y gran parte de esa labor la realizan las personas. En una línea de producción cercana, los trabajadores de Amazon se dedican a ensamblar los robots, levantando enormes piezas de acero con la ayuda de brazos mecánicos e instalando componentes electrónicos, sensores y motores.

El número total de robots móviles que Amazon ha fabricado para utilizar en sus almacenes creció rápidamente.

Los puestos de trabajo en producción y mantenimiento de robots se multiplicaron en Amazon desde que la compañía empezó a utilizarlos cada vez más. En 2021, la empresa también abrió una nueva planta de fabricación de robots en Westborough, Massachusetts (EE UU). Pero la incorporación de empleados de fabricación e ingenieros significa que otros cargos en Amazon se están modificando, o están desapareciendo por completo.

Nuevos robots de Amazon mejorados con IA

Los primeros robots de Amazon, tras la adquisición de Kiva, eran tontos anaranjados de baja estatura, antecesores cromañones de Proteus, que seguían invariablemente rutas preprogramadas dentro de grandes áreas delimitadas por jaulas. Los robots se movían por debajo de estanterías llenas de diferentes productos y los transportaban hasta los operarios, situados en el límite de la zona automatizada. Los humanos tomaban los productos para preparar los pedidos de los clientes y los colocaban en contenedores que se enviaban a empaquetar para, finalmente, distribuirlos.

Ese sistema automatizado de recolección permitió a Amazon almacenar más productos en el mismo espacio y entregarlos a los clientes con mayor rapidez, lo que ayudó a la compañía a llegar a la cima del ecommerce ante los ojos de clientes, inversionistas y competidores. Entre 2010 y 2020, las ventas en Amazon se multiplicaron por 10, pasando de 34,000 millones de dólares a 386,000 millones, y su plantilla de robots también se incrementó. Entre 2013 y 2023, el total acumulado de robots fabricados por Amazon pasó de 10,000 a 750,000.

En la actualidad, tres cuartas partes de los productos de Amazon, todos los artículos imaginables que puedas necesitar y muchos que seguramente no te hacen falta, son manipulados en algún momento por uno de los robots de la empresa. Los 750,000 robots móviles de los más de 300 centros de distribución de Amazon en todo el mundo se remontan a las primeras máquinas Kiva. Amazon también emplea a más de 1.3 millones de trabajadores en estos centros. Van Chau no quiso especificar en qué medida espera que aumente la cantidad de robots que se utilizará en los próximos años, pero señaló que “seguirá creciendo rápidamente”.

 

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